Patrimonio y lugares de interés
- El Castillo de Almenara. El orígen del castillo es enigmático y hay varias versiones, de las cuales la más fiable es que a finales del siglo XII fue levantado por la Orden de Santiago sobre unos antiguos vestigios musulmanes. Este castillo formaría línea defensiva con el castillo de Uclés y otros. Hasta el siglo XIV no hay documentos que hablen de él. En esta fecha, fue adquirido por Don Juan Manuel.
El castillo es una fortaleza medieval compuesta por tres recintos sucesivos que se adaptan a las necesidades de la orografía de la sierra Jarameña, donde se asienta la fortificación.
El primer recinto amurallado está compuesto de muros y cubos semicirculares que albergan la puerta de acceso al castillo. Actualmente pueden observarse restos de las almenas, del antiguo patio de armas con el aljibe, del que ya se habla en el siglo XVI, y de la Torre del Homenaje.
- Casa Palacio del Obispo Juan de Cuenca. Data del siglo XVII, levantado en 1620. Es una representativa casa Manchega y Señorial, de planta rectangular de 2 alturas que ocupa una esquina. La fachada principal tiene una simetría total a partir del eje que forma el portón, el balcón y el escudo religioso. Tiene rejería tradicional en todas sus ventanas. Construida totalmente por sillares. El interior de las dependencias están alrededor de un claustro, hoy en día modificado.
- Iglesia Parroquial de la Asunción (Siglos XVI y XVII). A raíz de la fundación del pueblo se construyó una Iglesia Parroquial. Tiene una planta en forma de cruz latina y cabeceros cortos. De estilo Renacentista, aunque con elementos posteriores barrocos. La nave principal está dividida en 3 tramos cubierta por una bóveda Vaída. Hay que destacar las 2 capillas laterales y en especial la situada en la derecha del Presbiterio, donde está enterrado Juan de Cuenca. En su tumba hay una inscripción que dice “Aquí está sepultado el reverendo señor Don Juan de Cuenca, Obispo cadicense verdadero padre de los pobres…”. La capilla tiene un retablo barroco del Siglo XVIII.
- Ermita de la Virgen de la Misericordia (Siglo XVII). Situada en la Sierra Jarameña. Es de una sola nave dividida en 5 tramos, bóveda de media naranja que cubre el crucero y sobre ella se levanta un linternín, un coro ocupa el fondo del templo. Por el presbiterio se accede al camarín de la Viren destinado para las ofrendas a los fieles. El porche de entrada está formado por una serie de arcadas de medio punto, con bóveda de arista. Sobre este porche se levanta el ala destinada al Alojamiento Rural. Cerca hay un pozo llamado “Pozo de la Virgen”, unido al culto de la imagen. Nunca se ha secado.
- Paraje Natural “La Sierra Jarameña”. En la sierra el relieve es abrupto, pronunciado, caracterizado por incisivas subidas y bajadas. Encontramos 3 puntos geográficos: el cerro de la Cruz con 1057 metros, el cerro Mojón con 1005 metros, y el cerro Perdigón con 946 metros. Por lo que respecta a la geología, encontramos tres estados bien diferenciados: cretácico y jurásico en la era secundaria, y el mioceno del tercierio.
Caracterizada por el bosque Termoesclerófico Mesomediterráneo, las especies que podemos encontrar son muchas y diversas, destacando encima, enebro y varios tipos de espinos y jaras. La fauna más destacable es el águila perdicera, el aguilucho cenizo y el Buho Real. Esta sierra es un ejemplo típico del paisaje de Monte Mediterráneo.
Ruta de las Leyendas
1ª PARADA – Intersección entre Camino de la mina y Avenida Castilla-La Mancha. Leyenda del cazador cazado: “El día de todos los Santos (1 de noviembre) se encontraba un cazador cazando; de vuelta a casa por el camino le iba pesando cada vez más el morral hasta que llegó al pozo de la mina, donde la liebre salió del morral. La liebre se puso frente a él y le dijo con voz profunda: “a que tú no tienes los dientes más grandes que los míos”. El cazador alucinado tiró el morral y la escopeta y salió corriendo. A partir de entonces cuentan que ese día no se volvió a cazar más. “
2ª PARADA – Seguimos por la Avenida Castilla-La Mancha hasta el cruce con la carretera de Socuéllamos. Giramos a mano derecha hasta que llegamos al final de la calle Mayor y continuamos hacia arriba donde se encuentra el lugar donde paraba el fantasma penitente: Leyenda: “Se dice que este fantasma, que era una mujer, venía desde Villarejo acompañada de más gente. Los que se quedaban a la entrada del pueblo lo esperaban a que volviese a hacer su penitencia. Ésta consistía en disfrazarse con una sábana negra o blanca, la cual colgaba de los palos de cerner la harina que solían llevar en sus manos)”.
3ª PARADA – Continuamos hasta el final de la Calle Conde, trayecto hecho por el fantasma amante, que iba siempre vestido de negro. Utilizaba el disfraz para así colarse en la casa de su amante, mientras el marido de ésta dormía en las cuadras del amo con las mulas. Cuando alguien lo veía se quedaba inmóvil y se pegaba a la pared para que no lo pudieran conocer.
4ª PARADA – Desde el cruce de la calle del Conde con la calle Empedrada, seguimos por esta última hasta encontrarnos con el primero de los tres escudos. Este se sitúa en el nª 25 de dicha calle.
5ª PARADA – Subimos por la calle Empedrada y, al final giramos a la izquierda hasta la intersección con la calle Nueva. Allí podemos encontrar la casa-palacio y el escudo que la preside. “Casa fundada en el S. XVII (1620) por el Obispo Juan de Cuenca, nacido en el pueblo, que llegó a ser Obispo de Cádiz. Fundó en la parroquia La Capilla de San Juan Bautista, con su enterramiento. Representativa casona manchega y señorial de planta rectangular con dos alturas que ocupa una esquina. Fábrica de mampostería, sillería en las esquinas. Fachada principal con simetría total a partir del eje que forman el patrón, el balcón sobre él y el escudo religioso. Tiene rejería tradicional en todas las ventanas. Interiormente las dependencias están organizados alrededor de un claustro central y en cuyo patio hay un pozo. Hoy en día ha sido modificado. El escudo tiene los emblemas clásicos del Obispado: la mitra y los cordones.“.
6ª PARADA – Descendemos por la calle Nueva hasta la intersección con la calle Seda. Allí, giramos a la derecha donde encontramos una piedra endosada a una pared en la cual reza la siguiente inscripción: “En este lugar murió de mano airada Loreto de la Fuente en el año 1905… En una disputa entre familias murió de un navajazo“.
7ª PARADA – Seguimos hacia delante hasta la calle Mayor. Giramos a la derecha en dirección a la Plaza Mayor. Aquí podemos encontrar el Tercero de los escudos.
8ª PARADA – En la misma plaza Mayor, en una pared de la Iglesia hay una placa en honor a Gregorio Vara Pinedo, que fue asesinado en la guerra en 1938.
9ª PARADA – Se bordea la Iglesia hasta la fachada principal: “Iglesia Renacentista del S.XVI dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Es de planta de cruz latina, la nave principal está dividida en tres tramos, cubierta por una bóveda. Hay que destacar las dos capillas laterales y en especial la situada a la derecha del presbiterio, levantada por iniciativa del Obispo Juan de Cuenca. La capilla de la izquierda tiene planta rectangular y una bóveda de arista cubre el espacio que comunica con la sacristía. Al fondo, está el coro apoyado en columnas de orden dórico y bajo él está el acceso a la torre y a la capilla bautismal.
Destacar el retablo del altar Mayor de estilo Rococó de tres cuerpos de madera policromada. Las dos capillas laterales son de estilos no definidos, ya que se trata de épocas de transición del Barroco al Rococó.
10ª PARADA – Cruz de los Caídos, monumento dedicado a los muertos de ambos bandos en la Guerra Civil Española.
11ª PARADA – Escudo en piedra con forma de corazón.
12ª PARADA – Continuamos calle Mayor arriba hasta el cruce con la calle Conde. Aquí se cuenta la historia del guitarrista amenazado: “no se sabe si por juegos o amoríos cada noche lo acechaban. Este hombre salía con su guitarra todas las noches dando la serenata por las calles, hasta que una noche salió un individuo en su busca. El guitarrista se paraba en cada esquina, en esta en concreto se paró. El individuo hizo lo mismo en la esquina calle Conde con calle Nueva. El guitarrista continuó con su trayectoria hasta llegar a la siguiente esquina calle Mayor con calle Seda. Aquí el guitarrista se dio cuenta que el individuo venía hacia él, por lo que saltó a un patio. El individuo clavó un cuchillo en la puerta y gritó “de la que te has librado“.
13 ª PARADA – Cuentan las personas mayores la leyenda de un penitente que venía de fuera atado a un palo, como si estuviese crucificado. A esta persona todo el mundo le tenía miedo, porque solía venir por las noches. Una de las veces se cayó en una puerta y no podía levantarse. El dueño de la casa de al lado lo vio por una ventana y decidió salir a ayudarle. A la mañana siguiente, éste tenía un saco de trigo en su puerta. Esta fue la forma que el “aspado” utilizó para agradecerle su ayuda.
14ª PARADA – Seguimos por la calle la Iglesia, continuamos por la travesía de la Iglesia hasta el camino de la Ermita. Allí encontramos un Panteón Funerario de estilo Barroco.
15ª PARADA – Siguiendo por la carretera, llegamos a la Ermita de la Misericordia. Se trata de un edificio que integra la devoción religiosa de los habitantes de Puebla de Almenara, y el turismo por parte de la gente forastera.
Situada en la Sierra Jarameña en un pequeño cerro desde el cual se puede ver el paisaje típicamente manchego. Es un conjunto arquitectónico compuesto de varias habitaciones para los peregrinos, y la casa del Santero y la ermita. Las dos primeras se han acondicionado en los últimos tiempos para su utilización como alojamiento rural. La Ermita es de una sola nave dividida en cinco tramos: una bóveda de media naranja cubre el crucero, y sobre ella se levanta un linternín. El coro ocupa el fondo del templo. Por el presbiterio se accede al camarín de la Virgen destinado para las ofrendas de los fieles. Por último, encontramos la sacristía.
El alojamiento porche de entrada está formado por una serie de arcadas de medio punto e interiormente bóvedas de arista. Sobre este porche se levanta el ala destinada al alojamiento rural.
La construcción de la Ermita en el sitio actual no es cosa del azar. Una bonita leyenda nos explica su ubicación. Allá por el Siglo XVII, se inició la construcción de la ermita en un lugar que no es el actual. Dicho emplazamiento se ubica a unos metros por debajo del pozo de la sierra. Cuenta la leyenda que un grupo de vecinos del pueblo comenzaron a cimentar el templo. A los pocos días, se dieron cuenta que parte del trabajo realizado por el día quedaba destruido por la noche. No pasó mucho tiempo hasta que observaron que una paloma se posaba en lo alto de la colina, donde se ubica actualmente la ermita. Sacaron en conclusión que la paloma quería mandarles un mensaje, y decidieron trasladar la construcción al lugar donde les indicaba. Cada dia de trabajo en el nuevo lugar cundía el doble, ya que la Virgen en agradecimiento a estas gentes por hacer el templo en el lugar indicado les ayudaba en la construcción. Por esto, encima del altar existe una paloma, simbolizando las apariciones de la Virgen.
Cuentan los más viejos del lugar que una tarde de verano llegó a la ermita un soldado que venía de la guerra. Una vez allí, escuchó el llanto de un niño. Se dirigió hacia el lugar de donde provenía y cual no fue su sorpresa que al abrir un matorral el niño no estaba. En su lugar lo que vio fue un cocodrilo que se encontraba con las fauces abiertas, con lágrimas en los ojos y preparado para atacar. Sin pensarlo dos veces, cogió su fusil, le apuntó y disparó con tan buena fortuna que el disparo fue directo al corazón. Allí mismo le quitó la piel y se la ofreció a la Virgen de la Misericordia dando gracias por no haberle fallado el pulso a la hora d disparar. Aún se conserva en el camarín de las ofrendas de la Virgen. De ahí el dicho tienes lágrimas de cocodrilo.
16 ª PARADA – El Castillo. Por detrás de la Ermita sale un camino que va a la emisora del Ejército. De allí, enlazamos con un camino que lleva al Castillo de Almenara. El castillo está situado a 1001 metros de altitud y, según autores Quadrado y Vicente de la Fuente, la construcción del Castillo se atribuye a Alvar Fañez, sobrino del Cid Campeador, en el Siglo XI. Hay quien piensa que fue levantado por Alfonso I El Batallador de Aragón, al estar cerca del Monasterio de Uclés se le relacionó con la Orden de Santiago. Más adelante, pasó a manos de la familia Mendoza. En los archivos se puede constatar que allí vivió la princesa de Éboli.